Nexes y el SVE

Nexes entiende el SVE como una gran oportunidad de aprendizaje no formal para jóvenes de todo el mundo.
Para nuestra asociación el SVE es una herramienta para trabajar la interculturalidad, promover la solidaridad y dotar a las asocaciones de medios para su trabajo local e internacional.
Nuestros esfuerzos se encaminan hacia la transformación social, y por lo tanto, como asociación de envío, coordinadora y de acogida que somos, nos concetraremos en aquellos proyectos que compartan nuestros valores.

viernes, 21 de mayo de 2010

El tiempo de la vida en Àfrica


Dumela Mma/Rra !!!! soy Biel y me encuentro en tierra de Botswana, en un pequeño pueblo del noroeste del país llamado Maun !!! Sí estoy haciendo un EVS, dentro del proyecto que Nexes está desarrollando del Euroafrican EVS. Actualmente somos ocho voluntarios, de los cuales, 4 europeos ( estamos en diferentes países africanos ( Botswana, Burkina Faso, Senegal, Kenia) i 4 africanos en países europeos ( Francia, Italia, Portugal, Barcelona)
Y a llevo aquí casi 4 meses y me queda todavía un largo camino para volver a Europa y así tener la oportunidad de seguir conociendo la gente, la cultura, la gastronomía, la lengua y el TIEMPO!!!! hablando en términos de paso del tiempo no climatológicos!!!!

Nosé en que proceso te encuentras cuando estás immerso dentro d'un EVS, ya que todo te envuelve y no te debes dar cuenta de todo lo que has vivido hasta que no pasa un tiempo que estás en tu tierra. Todo es nuevo, diferente y eso hace que seas como un explorador, que continuamente quieres observar, preguntar, conocer y explorar!!!!

Pero la cosa más fascinante que estoy viviendo es la valoración y el paso del tiempo en ésta tierra. Anteriormente ya había estado en tierra africanas , pero no generalizemos, àfrica es un continente immenso y cada país es una realidad diversa i diferente!!!!

Aquí todo ocurre a otro ritmo, claro que tbn hay urgencias, pero el estilo y como interpretan la vida lo hace más sencillo y no tan complicado-complejo como estamos acostumbrados. Las cosas se hacen en su tiempo, el ya !!! Ahora!!!! aquí no es aplicable. Es un proceso no sencillo, ya que puede llegar a " stressful so much", pero finalmente tienes que comprender que todo se realiza a su medido tiempo ( el propio de la gente y el país ) y entonces , eso sí después de tres meses, te relajas y te adpatas al TIEMPO!!!!

Tsmaya Sentle

Biel Martínez Lorca

martes, 20 de abril de 2010

Efecto YO-YO

Por Silvia Planella, voluntaria en Irlanda

Cuando uno piensa en "HACER un EVS" realmente no piensa en todos los pros y los contras. Y la verdad es que uno no sabe lo que es hasta que llega al país y conoce el proyecto de primera mano. Y es entonces ahí cuando empieza el efecto YO-YO.

Cuando hablo de efecto YO-YO me refiero a dos cosas a la vez. Tanto el juguete, por las subidas y bajadas que uno siente mientras realiza el EVS, como por el pronombre personal "YO".

  • Como el juguete durante el EVS uno sube y baja continuamente. Llegas a un país nuevo lejos de tu familia y amigos y conoces gente maravillosa en la mitad de los casos. Bajas y Subes. Empiezas a conocer tu proyecto y te encuentras realmente perdido. Subes y Bajas. Tienes tu propio lugar, tu casa, y compartes tu vida con gente desconocida. Subes y Bajas. Te afecta el tiempo y la comida. Subes y Bajas. Y cuando ya crees que lo tienes más o menos por la mano, te das cuenta que todo sigue cambiando... algunos amigos se marchan y otros nuevos llegan. Subes y Bajas. Y cuando te das cuenta ya estás casi haciendo la maleta para volver. Subes y Bajas. Subes y Bajas. Subes y Bajas. Y ya no me pongo con el tema del idioma porque es otra aventura tremendamente importante.


  • Por otro lado "YO" como pronombre. Todo EVS produce un cambio personal tremendamente profundo. No conozco a nadie que haya hecho un EVS y siga siendo el mismo de antes. Es una vivencia personal tan profunda que en ocasiones aterroriza pero que a la vez enamora. Uno posee más tiempo para pensar, para sentir, para vivir, para conectar con la sencillez que rodea el mundo y para descubrir los reales valores que rigen su vida. Por tanto, tu antiguo YO no va a seguir con tu nuevo YO. Porque toda la vida es evolución y ahí estamos siguiendo la vida.

Así que... solo podemos hacer una cosa. Seguir el efecto YO-YO y disfrutarlo porque el tiempo, parece que no pero, vuela!

martes, 6 de abril de 2010

YO EN MI MALETA PONGO

He aquí una serie de consejos básicos para preparar tu maleta para el voluntariado europeo:
Por Begoña Vilas, exvoluntaria en Lisboa

Una tarjeta VISA, podrás comprar en tiendas y supermercados sin ninguna comisión. Si puedes traerla duplicada, por si se te desmagnetiza o deteriora.
Es recomendable si uno tiene un portátil, traérselo, podrás ver y mostrar películas al igual que compartir música.
Si quieres Internet, y no hay red en la casa, lo mejor en comprarse un pendrive con Internet, en el país que te dirijas, no en tu propio país sino te hará pagar roamings. Luego lo podrás usar en tu país a la vuelta, sólo hay que liberarlo.
Intenta traerte películas de tu país, subtituladas en inglés, así podrás compartirlas con todo el mundo.
Es aconsejable llevar música de tu país.
Comida de tu país en bienvenida, piensa en algunas recetas fáciles de hacer.
A tu llegada compra una tarjeta de teléfono del país dónde estás, sino se te cobrará roaming y los precios son muy caros. Usa tarjeta para tus llamadas en el país dónde estés. Si quieres llamar el tuyo es aconsejable que te compres en un quiosco, estanco u oficina de correos una tarjeta de llamada europea, y llames desde una cabina.
No olvides un botiquín básico.
Un diccionario de inglés y otro en la lengua del país al que te dirijas, en el caso de Portugal, ten cuidado en no comprar un diccionario español-brasileño, ya que las palabras varían muchísimo.
Hay muchísimas guías, aunque hay algunas más alternativas como la lecool, de momento hay una edición para Lisboa, Amsterdam, Estambul y Londres.
Si tienes algún juego propio de tu zona es aconsejable, aunque unas canicas o mismamente unas cartas son aconsejables para noches de invierno.
Si quieres viajar en el país busca compañías de alquiler de coches, en Portugal la más barata es www.interrent.com. Si llevas un coche de ellos con publicidad en su exterior será más barato, es aconsejable que hagas un seguro, ya que si hay un pequeño daño, por pequeño que sea te cobrarán una barbaridad,.
En el caso que quieras buscarte casa, lo más probable que el periódico de más tirada tenga una sección dedicada a ello, un día a la semana. Pregúntale a un quiosquero. O sino busca en las Universidades.
Aprovecha para hacer un intercambio de lenguas, vete, en el caso que haya a un instituto oficial de tu propia lengua en el país donde estás, hasta allí. Y ofrécete para hacer conversaciones informales con alumnos que estén estudiando allí. Un libro de gramática de tu país básico es perfecto para dar clases.

GENERACIÓN PERDIDA

Reflexiones de un voluntario en camino
por Víctor Freire

¿Alguien recuerda la marea blanca que en la década de los 80 sacudió a Vilanova de Arousa? Probablemente muchas personas sean capaces de recordar muy bien esta tragedia, pero también, seguramente muchos ya la hayan olvidado, ya bien por la lejanía física, temporal o incluso sentimental.
Pues bien, la marea blanca fue una tragedia que durante décadas sacudió y sacude las calles de la comarca gallega de Vilanova de Arousa, un lugar prácticamente sin jóvenes, porque una generación reposa, machacada por las drogas, en un cementerio frente al mar. Y los que sobrevivieron a estas, en cuerpo, yacen en vida como almas en pena, vagando por cualquier rincón perdido de la mano de dios.
En Galicia, en medio de unos paisajes de una belleza incomparable, tiene lugar, desde hace más de dos décadas, una dramática historia de vidas truncadas en plena juventud, de familias destrozadas por la enfermedad y la muerte. Una historia en la que se mezclan la droga y el dinero, el poder y los lazos familiares, el amor y la traición. Una historia que ha dividido a un modesto pueblo, que desde tiempos inmemoriales venía viviendo pacíficamente de la pesca, entre narcotraficantes y drogadictos, entre asesinos y cadáveres.
La droga fue la causante en aquel entonces de robarnos una generación entera, y ya no solo en Galicia, sino que en muchos otros pueblos de España pueden contarnos la misma historia o tragedia.
Hoy por hoy la tragedia es otra y también como en aquel entonces una generación entera se enfrenta a un extinción que parece irremediable. A diferencia de aquel entonces nosotros estamos dispuestos a luchar, en cuanto la sociedad nos lo permita.
Nuestra propia tragedia, y pidiendo disculpas por los que se vean ofendidos por la comparación, es el paro, la sobrecualificación, la inflación y demás inventos de un sistema que no acabamos de comprender.
Nunca antes en España ha existido una generación tan estudiada, preparada y viajada como la actual. Durante años nos hemos preparado como la sociedad nos exigía para desarrollar diferentes trabajos técnicos, intelectuales o manuales. Y durante todos esos mismos años nuestros padres se han sacrificado por nosotros, por una educación para sus hijos e hijas que a ellos se les había sido negada, simplemente por la época en la que nacieron. Y ahora después de todo ese sacrificio tienen que ver que ese sueño al que aspiraban ambos, de llegar a algo más en la vida, se les ve truncado por una maldita burbuja inmobiliaria y una crisis económica a la que se nos ha obligado a engordar, a hinchar, para que después nos reventase en nuestras narices. Y ahora, sin inmueble y sin economía nos vemos obligados a pelearnos en un mercado laboral sin trabajo y en un trabajo cualificado sin cualificación para nosotros.
Aún con toda la mierda que se nos ha echado encima, y aún con todo lo que nos queda por recibir, no bajamos las manos resignándonos a comernos algo a lo que los políticos le llaman crisis económica. Porque no queremos aceptar nada a lo que no hemos contribuido, o quizá si lo hemos hecho (siendo esa la justificación de los de arriba) pero manipulados por una sociedad que nos incitaba a comprar un piso de no se cuantos millones o coche de otros tantos de cientos de caballos, o incluso ambos. Para que ahora te digan que el dinero no existe, es algo ficticio con el que juegan las entidades financieras, para crear más ficción y poder. Y ¿qué? Si no tengo opción, ¿no?
Muchos caen por el camino, con dignidad aferrándose a trabajos en cualquier sitio (sin menosprecia ese “cualquier”) después de pasarse 7 u 8 años estudiando y reestudiando. Dignidad por diferentes motivos, ya sea por vivir solos, formar una familia o llevar un plato de comida a la mesa, porque lamentablemente ya sabemos que precisamente no son los ideales y los sueños lo que llevan un sueldo a casa.
Otros resisten ya sea a base de más estudio, becas, voluntariados con los cuales formarse más laboralmente y como persona. Estudiando idiomas, Masters, escribiendo en blogs… y todo eso mientras buscan trabajo, ya sea a través de las nuevas tecnologías, de las viejas o del boca a boca. ¿Recibiendo respuesta?
¿Pero cuanto tiempo se puede sobrevivir? ¿Y a qué? ¿Al capitalismo? ¿a la crisis? ¿a los que nos dicen que no queremos trabajar, que limpiando calles hay mucho trabajo?
Porque no hay cambio aparente ¿o si? ¿Quién es nuestro enemigo? ¿los políticos, los bancos, la empresas que no nos llaman?
¿O nosotros mismos? Porque quizá si haya cambio y no lo sabemos.

DUEÑOS DE NUESTROS DESTINOS

SOBRE EL SVE Y LA EDUCACIÓN
por Víctor Freire, voluntario en Irlanda

Casi tres meses de voluntariado en tierras Irlandesas. Suficientes para extrañar la tierra de uno, su familia, sus amigos… Pero también suficiente como para hacer propia la cultura del país que te acoge, para conocer nuevos amigos y lo que es más importante, para conseguir de ellos una “nueva familia” que esté a tu lado en un momento tan importante de la vida.

Cuando decidí participar en un proyecto de voluntariado lo hacía buscando varias cosas. La primera y quizá más importante era la necesidad que tenía de conocer otras culturas, vivir en otros países, aprender idiomas… Por otro lado y también relacionada con esta primera razón, fue el hecho de verme “obligado” a buscar alternativas al mundo laboral- educativo una vez terminada la universidad y habiendo trabajado durante un solo año. La crisis económica colocó un cartel de “fuera de servicio” en lo que se refiere al trabajo. Pero lo que en un principio parecía una puerta cerrada y que en un “final” también lo es, provocó que buscase alternativas a esos caminos tradicionales de la vida, que nos dicen que necesitamos estudiar hasta los 25 para después insertarnos en el mundo laboral como becarios y si hay suerte conseguir una plaza de trabajo.
Y cual fue mi suerte, que pude encontrar ese camino diferente. Por suerte el medio de comunicación más eficaz no siempre es Internet, o la televisión; sino que muchas veces los amigos dan mejor información que cualquier Mass media.

De esta manera me embarco con 25 años en un proyecto de voluntariado que me lleva a Irlanda, trabajando con una organización que desempeña una labor en el ámbito de los Servicios Sociales, relacionado con mis estudios y dándome la oportunidad de aprender idiomas, además de todo lo que aporta vivir en una cultura diferente.


Desde que llegue a este país todo han sido experiencias positivas, incluso aquello momentos en los que uno tiene que hacer frente a pequeños problemas de la vida cotidiana, que en “otro idioma” se convierten en grandes desafíos.
Pero quizá una de las cosas que más me ha llamado la atención es el hecho de encontrarme con muchos chicos y chicas de Alemania con apenas 18 años. Por lo visto es más que habitual en ese país el participar en un proyecto de voluntariado una vez terminado el instituto. Se vean “obligados” a hacerlo o no, se puede ver, tras hablar con muchos de ellos que es una experiencia muy enriquecedora, incluso más que con 25 años. ¿por qué cuantos de nosotros nos hubiésemos ido a otro país con 18 años? ¿incluso cuantos estábamos dispuestos a abandonar la casa de los padres una vez empezada la universidad?

Es cierto que en España, la desinformación acerca de las diferentes cosas que podemos hacer una vez finalizado el instituto es muy grande. Las rutas siempre son tres: trabajo, Universidad o FP.
Y no es menos cierto que culturalmente, nuestros padres nos apoyan para que estudiemos una carrera universitaria, la que sea, dándolo todo por nosotros y “evitando” que nos introduzcamos en el mercado laboral, por miedo a que el dinero no nos deje ver nuestras prioridades. Lo único que buscan, es que tengamos la oportunidad que ellos no han tenido de escalar socialmente. Pero en ocasiones el sobre proteccionismo paternal también hace que el camino sea menos luminoso. Porque no siempre, el camino más rápido es la línea recta.
Y es fácil de imaginar, un chico o una chica, de 18 años recién finalizado el bachillerato, “expuesto” al mundo del voluntariado, en otro país, en la soledad, sin la protección de los padres. ¿acaso alguien puede pensar que sería la etapa más infeliz de su vida?
Por supuesto que no. Todo lo contrarío. La exposición se convierte en encuentro, de culturas, de gente, de amigos… La soledad en compañía, de chicos y chicas como ellos, con ganas de aprender nuevos idiomas, de disfrutar de la convivencia con gente de otros países, de la fiesta… de todo. Y por último, la desprotección, en educación. En aprender a cocinar, a convivir con gente… y conocer otras personas que si han estudiado en la universidad. Descubrir que compartes muchas cosas con ellos, expectativas, emociones… Esto muchas veces, se traduce en saber por que camino encaminarnos, que estudiar, en donde…
Porque muchos de nosotros elegimos una carrera universitaria sin estar muy seguros de realmente que queremos hacer. Además somos conscientes de las carencias del sistema educativo español, que en muchos casos solo pretende crear trabajadores y no personas.
Pero son estas deficiencias las que nos dan la oportunidad de decidir sobre nuestros destinos, sobre nuestra educación. Porque no todo se estudia por los libros, porque no tenemos que decidir nuestro itinerario universitario con 16 años cuando escogemos entre un Bachillerato u otro. Porque muchas veces, el mejor medio de comunicación son los amigos.
Con 18 años somos adultos con vidas de adolescentes, esperando que se nos diga que tenemos que hacer… Pero no tiene porque ser así. No todo es estudiar una carrera por estudiar, para luego terminarla y no saber que hacer, porque en el fondo probablemente te hubiese gustado dedicarte a otra cosa.

La vida, no es algo lineal. A menudo, dando rodeos, encontramos la respuesta a esas cosas que no aparecen el las enciclopedias.